Después de unos días sin poner nada, os traigo la receta de unas albóndigas que hice el otro día y que encantaron en casa. Mi hijo mayor me dijo que le gustaban más que las de carne, así es que las haré más a menudo. Las medidas de la merluza y las gambas fueron de lo que me quedaba en el congelador, ya descongelado y escurrido. Para mi gusto, perfecto.
- 300 gr. de merluza
- 200 gr. de gambas
- una cebolla
- un huevo
- ajo picado
- perejil
- pan rallado
- harina
- vino blanco
Empezamos picando bien media cebolla y la merluza, que quede menudito. Troceamos las gambas, no tanto como la merluza, así se encontrarán trocitos. Cuando tenemos estos tres ingredientes picados, los ponemos en un bol y le incorporamos el huevo, sal y un poco de ajo y perejil picados. Lo mezclamos bien y la incorporamos un poco de pan rallado, hasta que veamos que ya no está la mezcla tan suelta y, así, poder formar bien las bolas. Empezamos a formarlas y las pasamos por harina.
Cuando estén hechas, las freimos un poco, hasta que se doren. Las sacamos y, en ese mismo aceite, echamos la otra media cebolla picadita y dejamos a fuego lento que se vaya pochando. Mientras, en un mortero machacamos un poco de ajo y bastante perejil. Cuando esté, le agregamos un vasito de agua y un buen chorro de vino blanco. Cuando esté la cebolla pochada, le incorporamos una cuchara de harina, movemos y echamos lo del mortero. Movemos bien y le incorporamos las albóndigas. Dejamos un ratito, para que se acaben de hacer y espese un poquito la salsa verde.
Ahora ya solo queda degustarlas.
